Historia del Aikido


El Aikido fue creado y desarrollado por Morihei Ueshiba, conocido por los practicantes como O’Sensei (que significa Gran Maestro). O’Sensei, un experto en diversas artes marciales japonesas, creó el Aikido a partir del deseo de que el individuo desarrolle al máximo su potencial como tal, tanto física como mentalmente. La palabra AiKiDo puede traducirse como "el camino (Do) para unir (Ai) toda nuestra energía interior (Ki)".

Uno de los principios más importantes del Aikido es el que sostiene que la mente y el cuerpo son uno. Cuando el individuo actúa teniéndolo en cuenta, desarrolla gran poder. Ya que los movimientos del Aikido son de naturaleza circular, requiriéndose flexibilidad, equilibrio y timing, no hay necesidad de entrar en conflicto con la fuerza del oponente. Al acompañar el ataque mediante dichos movimientos, es posible tomar control de la fuerza que emplea el atacante y redirigirlo en forma segura y efectiva. Las técnicas de Aikido no combinan fuerza contra fuerza, motivo por el cual no es necesario ser particularmente fuerte para comenzar a practicarlo. Asimismo, dichas técnicas son de naturaleza defensiva, y no se requiere (ni desarrolla) una personalidad agresiva. No obstante, mediante la práctica del Aikido usted se convertirá en una persona fuerte y desarrollará seguridad y potencia en sus movimientos.

La práctica también incluye el aprendizaje de caídas, las cuales constituyen una forma de defensa en sí mismas.
Ya que el Aikido se practica de a dos, se tiene la posibilidad de aprender de los otros al mismo tiempo que los ayuda a aprender de usted. Esta apertura mental que caracteriza a la práctica crea un clima sumamente sano en el Dojo (lugar de práctica).

En síntesis, el Aikido es bueno el cuerpo, mente y corazón. Como si todo eso fuera poco, el Aikido también es divertido.

Por sus principios de no violencia y armonía, el Arte no tiene limitaciones de sexo ni de edad ya que cada uno practica de acuerdo a sus posibilidades y a su propio ritmo.

Por el tipo de movimientos y al no utilizar la fuerza física durante la práctica, el Aikido ofrece muchos beneficios para la salud, como corrección de problemas posturales, eliminación de tensiones, correcto manejo de la respiración, entre otros.

AIKIDO PARA JOVENES

La práctica del Aikido desarrolla gran capacidad física, flexibilidad, concentración, equilibrio (tanto físico como mental), y contribuye a que los jóvenes se sientan mejor con su cuerpo dándoles mayor confianza en sí mismos y mejor comunicación entre sí.

Las clases están orientadas a brindarles un espacio para explorar y desarrollar todas sus potencialidades tanto física, mental, espiritual y social. A través de la gimnasia, técnicas de defensa personal, formas, posturas y diversos ejercicios en un clima ameno y dinámico, se integran todos los aspectos del aprendizaje del Aikido.

Las clases de Aikido están orientadas filosóficamente en este concepto de aprendizaje en el cual se desarrollan mediante sus pautas aunque sin perder el encuadre de respeto y etiqueta. El instructor supervisa y otorga el ambiente adecuado para que puedan aprender de ellos mismos y de otros compañeros/as sin violencia, y en conjunto.

A través de las técnicas de Aikido, al realizarse de entre parejas y en grupos, los jóvenes aprenden rápidamente a ayudarse mutuamente con naturalidad, cuidando de las personas que les están ayudando, al “facilitarles” sus cuerpos para hacer movimientos y técnicas. Asimismo, aprenden a cooperar entre ellos para lograr objetivos comunes. Las técnicas que se utilizan en las clases están orientadas a desarrollar velocidad, fuerza, resistencia, equilibrio y coordinación para que se sientan más seguros de si mismos y de sus propias acciones. Que sientan curiosidad ante nuevas situaciones y se muestren dispuestos al cambio.

¿PORQUÉ LOS JOVENES DEBEN PRACTICAR AIKIDO?

Básicamente, porque contribuye a: obtener paz interior, relajación, armonizar la mente con el cuerpo, o como herramienta efectiva de defensa personal. Entre otros beneficios podemos citar:

Aikido es un arte marcial no agresivo. ¿Qué significa esto? Que un practicante de Aikido nunca iniciará una pelea (solamente podrá finalizarla). El Aikido es sobre todo un arte de defensa.

El Aikido como filosofía de paz. El fundador (O´Sensei Morihei Ueshiba) tuvo bagajes en diversos tipos de artes marciales, así como también experiencias personales en la guerra ruso-japonesa (1904-1905), pero finalmente concluyó que lo más importante era el mensaje de paz y lo transmitió a través de un arte marcial caracterizado por técnicas en base de movimientos circulares, sin oponerse y utilizando la fuerza del contrario. Visto desde un punto práctico puede ser entendido como un arte de defensa, pero llevado a un plano mucho mas allá de la práctica, la propia vida cotidiana, se puede aplicar constantemente, desarrollando una personalidad sólida sin necesidad de recurrir a la violencia para solucionar los problemas.

Enseña a los jóvenes a mantenerse en calma. Si necesitan permanecer sentados, concentrarse en los estudios o enfocarse durante la práctica de algún deporte, el Aikido les muestra como hacerlo de forma correcta. La practica de las técnicas de Aikido les enseña a controlar la agitación. Esto es totalmente diferente a mantener aceleradas sus emociones al máximo.

Enseña a defenderse de forma practica; desequilibrando y controlando sin lastimar a sus agresores. Desequilibrar y controlar armónicamente funciona muy bien, aún si los practicantes de Aikido son más pequeños que sus agresores. Además, de esta forma evitan el problema que se podría dar, si la única forma que conocieran de defenderse fuera golpear o patear, incrementando el círculo de violencia.

Da a los jóvenes una visión positiva del mundo. Les enseña que, para hacer cosas que valgan la pena, deberán trabajar en armonía con su medioambiente y los seres que les rodean. Les enseña que ocasionando problemas, nada se gana. Pero si su estado mental es correcto, calmado y positivo; ellos podrán obtener algo bueno aún en medio de las situaciones más adversas (tanto verbales como físicas).

Los ayuda en el desempeño académico. A través de la práctica del Aikido, se desarrolla tranquilidad y pensamientos más claros. Como resultado, se absorben más fácilmente los conocimientos y se piensa con más claridad. El Aikido busca desarrollar el potencial humano al máximo, y la universidad es uno de los lugares más importantes para que este potencial se vea realizado.

Cualquiera puede ser practicar Aikido. Debido a que no se basa en el tamaño, velocidad, peso o alcance; es posible que los jóvenes de ambos sexos y distintas contexturas físicas practiquen Aikido. La práctica es sí no requiere de habilidades especiales; la clave para progresar en Aikido (y la vida) es simplemente perseverar y tener una actitud positiva.

En resumen, los beneficios de la práctica del Aikido en los jóvenes son:

  • La habilidad de defensa eficaz y sin violencia contra un ataque físico (proyecciones y retenciones). 
  • La estabilidad mental, emocional y física, y la confianza en sí mismo.
  • Una actitud más relajada, basada en la paz con uno mismo y con los demás.
  • Capacidad de reacción, tonificación muscular y la buena salud. 
  • Mejoramiento de la personalidad y sus relaciones interpersonales (desarrollando la tolerancia, no violencia, respeto al otro/a).
  • Incremento de la concentración, propensa la distensión emotiva y nerviosa, canaliza la agresividad y forma el carácter.
  • El cuerpo se vuelve más flexible y coordinado, los movimientos se hacen infinitamente sutiles y a la vez, sorprendentemente poderosos y espontáneos. Así también, al aprender a tranquilizar la mente, los pensamientos e ideas se vuelven más puros y claros y como algo indispensable para el desarrollo del ser humano, se aprende a vivir en armonía consigo mismo y con los semejantes.

“En Aikido no se enseña a contrarrestar un golpe con otro golpe, sino que simplemente a dirigir la fuerza de su oponente controlando su agresión, sin que el otro sufra daño y que voluntariamente abandone su actitud agresiva”

Doshus:
Morihei Ueshiba (1883-1969) - Kisshomaru Ueshiba (1921-1999) - Moriteru Ueshiba (1951 - )