Miyamoto Musashi |
Probablemente nació en 1584, en la población de Miyamoto, provincia de Mimasaka. Los ancestros de Musashi eran una rama del poderoso clan Harima, originario de la provincia de Kyushu, la isla más meridional de Japón. Su abuelo, Hirada Shokan, era un servidor de Shinmen Iga No Kami Sudeshige, amo del castillo de Takeyama y un importante señor feudal de la época.
Cuando Musashi tenía siete años de edad, su padre, Munisai, murió o
desapareció (no se sabe exactamente). Ya que su madre había fallecido tiempo
atrás, el chico fue puesto bajo la tutela de un sacerdote, tío materno suyo.
Con esto, encontramos a Musashi como huérfano durante la época de las campañas
de unificación del país del Taiko Hideyoshi. Hijo de samurái, durante una de
las épocas más violentas de la historia de Japón, los escritos le describen
como un joven de carácter tumultuoso, con gran fuerza de voluntad, y
físicamente muy desarrollado para su edad. Su tío insistió en que estudiase las
artes del guerrero, y esto, unido a su desarrollo físico y su carácter
violento, hizo que pronto se viese involucrado en combates. Se guarda registro
de una lucha en la cual derrotó y mató a un guerrero adulto, teniendo tan solo
trece años de edad. Su oponente era Arima Kigei, un experto samurái de la
escuela de artes marciales Shinto. Musashi le lanzó a tierra y acabó con él
golpeándole la cabeza con un palo cuando intentaba levantarse.
El siguiente combate serio acerca del que se tiene constancia, ocurrió
cuando Musashi tenía 16 años, y en el cual derrotó a Tadashima Akiyama. En la
misma época, abandonó su casa para comenzar un peregrinaje en el cual
perfeccionó sus habilidades a través de numerosos combates, tanto en luchas
individuales como en batallas. Finalmente se asentó cuando tenía 50 años, ya
que consideró haber aprendido todo lo que podía aprender a base de vagabundear.
En ese periodo de la historia de Japón hubo muchos guerreros embarcados en
peregrinajes similares, algunos en solitario, como Musashi; otros bajo el
patrocinio de alguna escuela de lucha o algún señor feudal.
Durante todo este periodo de su vida, Musashi se mantuvo relativamente
aparte de la sociedad, dedicándose exclusivamente a la búsqueda de iluminación
a través del Camino de la
Espada. Dedicado solamente a perfeccionar sus habilidades,
vivió de una forma bastante precaria, vagabundeando por el país y durmiendo al
raso en lo más frío del invierno, sin preocuparse de su aspecto físico, ni
tomar esposa, ni dedicarse a ninguna profesión, aparte de su propio estudio.
En la batalla de Sekigahara, en la cual Ieyasu sucedió a Hideyoshi como
máximo dirigente del Japón, Musashi estaba entre las filas del ejército
Ashikaga y contra Ieyasu. Es decir, estuvo en el bando perdedor. Sobrevivió no
solo a los tres días que duró la batalla, en los cuales murieron alrededor de
70.000 guerreros, sino también a la siguiente caza y masacre de los
supervivientes del ejército derrotado.
Depues de Sekigahara, decidió partir en Musha Shugyo, una jornada de
auto-perfeccionamiento, en que los samuráis viajaban de ciudad en ciudad,
buscando oponentes fuertes para probar sus habilidades.
El Musha Shugyo de Musashi lo llevó a tener más de 60 combates entre los 17 y 30 años, nunca siendo derrotado. Estas disputas casi siempre se coronaban con la muerte del rival. Actitudes como ésta, para nuestros ojos occidentales pueden parecer crueles, pero, para aquel grupo de nobles integrantes de la clase más bastada, la muerte se encaraba con naturalidad. De hecho, a los samuráis se les presentaba las artes militares, para que se transformaran en buenos estrategas, valientes y aptos para tomar decisiones extremas rápidamente. En guerras y disputas, su actitud era serena, aún frente a la muerte. Aquél que encontraba la iluminación por medio del Kenjutsu, desarrollaba una decisión precisa de la realidad, premiada con una conducta digna y honesta. Musashi fue un maestro en el Camino de la Espada. Buscó la perfección en el arte de la espada, hasta que su fama alcanzó las principales cortes de Japón.
El Musha Shugyo de Musashi lo llevó a tener más de 60 combates entre los 17 y 30 años, nunca siendo derrotado. Estas disputas casi siempre se coronaban con la muerte del rival. Actitudes como ésta, para nuestros ojos occidentales pueden parecer crueles, pero, para aquel grupo de nobles integrantes de la clase más bastada, la muerte se encaraba con naturalidad. De hecho, a los samuráis se les presentaba las artes militares, para que se transformaran en buenos estrategas, valientes y aptos para tomar decisiones extremas rápidamente. En guerras y disputas, su actitud era serena, aún frente a la muerte. Aquél que encontraba la iluminación por medio del Kenjutsu, desarrollaba una decisión precisa de la realidad, premiada con una conducta digna y honesta. Musashi fue un maestro en el Camino de la Espada. Buscó la perfección en el arte de la espada, hasta que su fama alcanzó las principales cortes de Japón.
A los 30 años, después de vencer Sasaki Kojiro, considerado uno de los
más hábiles samuráis de la época, Musashi pasó por una gran mudanza espiritual.
Conforme escribió, años más tarde en su obra más famosa, el Libro de Los Cinco
Anillos, Musashi sentía que venció estos duelos no por haber dominado la
estrategia, sino que por ser más fuerte, preparado o simplemente por suerte.
Pasa, entonces, a buscar el significado más profundo del Camino de la Espada, que lo lleva a
entrar en contacto con otras formas de arte, como escultura, pintura,
caligrafía y también meditación Zen.
Fue con 50 años que finalmente Musashi alcanzó su objetivo de comprender los principios del camino, conforme escribió en la introducción del Libro de Los Cinco Anillos. Cerca de esta época estableció su estilo, el Niten Ichi Ryu.
Fue con 50 años que finalmente Musashi alcanzó su objetivo de comprender los principios del camino, conforme escribió en la introducción del Libro de Los Cinco Anillos. Cerca de esta época estableció su estilo, el Niten Ichi Ryu.
En el último período de su vida, Musashi se hizo vasallo del clan
Hosokawa, viviendo en el castillo Kunamoto. Dos años antes de morir, Musashi se
aisló en la caverna Reigando. Allí escribió el Go Rin No Sho, el Libro De las
Cinco Anillos o Esferas, dónde compiló sus conocimientos en las artes de la
espada y de la estrategia. Esta obra es hoy usada por ejecutivos de grandes
empresas de Japón para trazar estrategias de mercado y ética de los negocios.