(Extraído de la Pagina "Parma Dojo)
El arte de la Paz
comienza contigo. Trabaja en ti mismo y en tu tarea destinada en el Arte de la Paz. Todo el mundo tiene
un espíritu que puede ser refinado, un cuerpo que puede ser entrenado de cierta
manera, un camino adecuado el cual seguir. Tu estas aquí sin ningún otro
propósito que comprender tu divinidad interna y manifestar iluminación innata.
Crear paz en tu propia vida y luego aplicar el Arte a todo que te encuentres.
Uno no necesita edificaciones, dinero, poder o status para practicar el Arte
de la Paz. El
Cielo está aquí mismo donde te encuentras parado, y ese es el lugar para
entrenar.
Todas las cosas, materiales y espirituales, se originan de una fuente y
están relacionadas como si fueran una sola familia. El pasado, presente, y
futuro están todos contenidos en la fuerza vital. El universo emergió y se
desarrollo de una sola fuente, y nosotros hemos evolucionado a través del
proceso optimo de armonización y unificación.
El Arte de la Paz
es medicina para un mundo enfermo. Hay maldad y desorden en el mundo porque la
gente ha olvidado que todas las cosas emergen de una sola fuente. Regresa a esa
fuente y dejar atrás todos esos pensamientos egocéntricos, deseos sin
importancia, y cólera. Aquellos que están poseídos por nada poseen todo.
Si no te haz vinculado a ti mismo al verdadero vacío, nunca entenderás el
Arte de la Paz.
El Arte de la Paz
funciona en cualquier lado de la tierra, en reinos que recorren desde lo vasto
del espacio hasta las plantas y animales más pequeños. La fuerza vital es
totalmente penetrante y su fuerza es ilimitada. El Arte de la Paz nos permite percibir y
conectarnos dentro de esa tremenda reserva de energía universal.
Ocho fuerzas sostienen a la creación: Movimiento y quietud, Solidificación y
fluidez, Extensión y contracción, Unificación y Creación.
La vida es crecimiento. Si nosotros dejamos de crecer, técnicamente y
espiritualmente, nosotros somos tan buenos como un muerto. El Arte de la paz es
una celebración de la unificación del cielo, la tierra, y la humanidad. Todo
esto es verdadero, bueno, y hermoso.
Ahora y de nuevo, es necesario que té apartes a los adentros de montañas
profundas y valles escondidos para restaurar tu vínculo con la fuente vital.
Inhala y déjate remontar hacia el fin del universo; exhala y conduce el cosmos
de nuevo adentro. Finalmente combina el aliento del cielo y el aliento de la
tierra con el tuyo, convirtiéndose en el aliento de la vida misma.
Todos los principios del cielo y la tierra viven dentro de ti. La vida misma
es la verdad, y esto nunca cambiará. Todo en el cielo y la tierra respira. La
respiración es el hilo que se amarra a la creación con todo. Cuando el millar
de variaciones en la respiración universal pueden ser sentidas, las técnicas
individuales del Arte de la Paz
han nacido.
Considerando la decadencia y abundancia de la marea (marea alta y baja).
Cuando las olas vienen a golpear la orilla, ellas hace una cresta y caen,
creando un sonido. Tu respiración debe seguir el mismo patrón, absorbiendo el
universo entero en tu ombligo con cada inhalación. Sabiendo que tenemos acceso
a cuatro tesoros: la energía del sol y la luna, el aliento del cielo, el
aliento de la tierra, y la abundancia y decadencia de la marea.