Aikido "El Arte de la Paz" - Parte 7



El Arte de la Paz es para llenar lo que está carente.

Uno debe estar preparado para recibir noventa por ciento de un ataque enemigo y fijar la vista a la muerte justo en la cara en orden de iluminar la Vía.

En nuestras técnicas nosotros entramos completamente dentro, nos amoldamos completamente con, y controlamos firmemente un ataque. La fuerza reside en donde el ki de uno está estable y concentrado; la confusión y la malicia salen cuando el ki se estanca.

Hay dos tipos de ki: ki ordinario y ki verdadero. El ki ordinario es tosco y pesado; el ki verdadero es ligero y versátil. En orden de desempeñarte bien, debes liberarte del ki ordinario y penetrar tus órganos con ki verdadero. Esa es la base de una técnica poderosa.

En el Arte de la Paz nunca atacamos. Un ataque es la prueba de que uno está fuera de control. Nunca escapes de cualquier tipo de reto, pero no trates de suprimir o controlar a un enemigo forzadamente. Deja que los atacantes vengan de la forma que quieran y entonces amóldate con ellos. Nunca persigas a los oponentes. Redirige cada ataque y manténte firme detrás de el.


Viéndome antes de el,
El enemigo ataca,
Pero en ese instante
Yo ya estoy parado
A salvo detrás de el.

Cuando seas atacado, unifica las partes altas, medias, y bajas de tu cuerpo. Entra, gira, y amóldate con tu oponente, por el frente y por detrás, a la izquierda y a la derecha.
Tu espíritu es el verdadero escudo.

Los oponentes nos confrontan continuamente, pero de verdad no hay oponente. Entra profundamente al ataque y neutralízalo como atraes esa mal dirigida fuerza a tu propia esfera.

No claves la vista en los ojos de tu oponente: el te hipnotizará. No claves tu mirada en su espada: el te podrá intimidar. No te enfoques completamente en tu oponente: él podrá absorber tu energía. La esencia del entrenamiento es traer a tu oponente completamente hacia tu esfera. Entonces podrás pararte justo donde quieras.

Hasta el ser humano más poderoso tiene una limitada esfera de fuerza. Sácalo fuera de esa esfera adentro de la tuya, y su fuerza se disipará.

Izquierda y derecha,
Esquiva todos los
Cortes y puntadas.
Captura la mente de tu oponente
Y dispérsalos a todos!



El verdadero Arte de la Paz no es sacrificar uno solo de tus guerreros para vencer a un enemigo. Vence a tus enemigos siempre manteniéndote en posiciones no asaltables y seguras; entonces ninguno sufrirá perdidas. El camino del Guerrero, el Arte las Políticas, es para detener los problemas antes de que comiencen. Consisten en derrotar a tus adversarios espiritualmente haciendo que se den cuenta de la tontería de sus acciones. El Camino del Guerrero es para establecer armonía.

Domina las técnicas divinas
Del Arte de la Paz,
Y ningún enemigo
Se atreverá a
Retarte.