Desarrollar
nuestras solidaridad hacia los demás
Durante una práctica si actuamos como
atacante (uke). Ofrecemos permanentemente nuestro cuerpo para que el otro
aprenda. Sabemos que al realizar una técnica puede llegar a causarnos cierto
dolor o incomodidad, pero es la única manera de que nuestro compañero aprenda.
Si nos negamos a esta situación cortamos el aprendizaje de nuestro compañero y
limitamos también nuestro crecimiento como aikidokas y como personas.
En Aikido
nos necesitamos unos a otros para que juntos logremos avanzar creciendo día a
día.
Muy ocasionalmente se dan casos de personas que, quizás creyendo que su
aprendizaje será más rápido, tal ves porque duden de la eficacia de las
técnicas y por eso las realizan con demasiada potencia o lo que es peor porque
les guste exhibirse desparramando gente para todos lados.
Lo cierto es que no
tienen en cuenta a su compañero de práctica, circunstancia en la cual pueden
llegar a lastimarlo. O'Sensei Ueshiba, creador del Aikido, puso ciertas pautas
para el aprendizaje y desarrollo del Aikido, quien no se atenga a ellas no
llegara nunca a ser un buen Aikidoka.